Cada satélite envía permanentemente datos sobre su posición exacta en el espacio y en el tiempo. Su situación en relación con los demás siempre es la misma y su velocidad de rotación, constante. Incorporan relojes automáticos con un margen de error de 70 m/s.
Cuando el receptor GPS capta la señal de, al menos, tres satélites, puede conocer la distancia a cada uno de ellos y calcular su propia posición en la Tierra. Nos la presenta en pantalla como longitud y latitud. El cuarto satélite proporciona más precisión a los cálculos y muestra también la altitud.
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